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sábado, 24 de septiembre de 2011

Siéntese como en su casa, o, ¿como en la tuya?

Pues como dice la nueva entrada, eso es, el oficio de hostelería. No hay que olvidar que cuando alguien pone un pie en nuestro local, inevitablemente se va a encontrar con cosas buenas y malas, le agrade o no, en resumidas cuentas. Pero quiero dirigir está observación a camareros, jefes o cocinillas en general.

Vamos a ver; hay sitios donde el dueño del establecimiento esta tan concentrado en su bienestar que se olvida por completo que tiene clientes. Hay un local no muy lejos donde vivo, hay un fulano que es capaz de ver el fútbol por la televisión, oír por la radio otro partido, y a la vez, ver cuantas columnas va acertando en la quiniela. Ese hombre se a confundido de oficio, tenia que estar de broker en wall street, ya que su capacidad, esta indicada mas a ese trabajo, y no para "atender", (¡vaya! otra palabra demasiado grande para ser tan corta).

Hay otro mengano, que es un maestro en esto de estar por su casa, el buen hombre, tanto tenga el local lleno o vacío de clientes, cuando no tiene plato que preparar esta sentado fumando en una mesa, viendo la tele y tomando una cervecita. NO entiendo, como hay personas que eso no les molesta, a lo mejor lo que pasa es que no lo han meditado, pero ese hombre no se lava las manos cuando entra a cocinar ( lo se por que la cocina no tiene paredes).


Luego en otro lugares estas los camareros y cocineros, que fuma durante las horas de pleno trabajo. Dios!! esto en especial me saca de quicio. Vamos a ver y que quede claro que yo fumo.
Cuando un currante no tiene tiempo para llegar a su cometido que es servir o preparar la comida, menos tendrá para fumar, a demás que queda horroroso para la imagen del local. (hablo,desde el punto de vista de un restaurante).

En fin, vemos que en este mundo de la hostelería hay de todo, incluso gente que te grita, sí, grita. vale que ponga a fuera "casa Manolo", pero vaya tela con la confianza que se toma ciertas personas.
Una vez fui por primera vez a un lugar muy conocido donde vivo, es decir; siempre lleno. Mi gran sorpresa fue que cuando buscábamos sitio y un camarero que pasaba nos indico una mesa para sentarnos, no paso un segundo y vino otro señor, que gritando nos dijo -¡que estábamos haciendo!-
y nos puso en otra mesa, fatal, no fui mas. claro como lo tiene siempre lleno para que vamos a cuidar los clientes.

Sé que hay clientes que te pueden sacar de tus casillas, pero eso ya se sabe, pero afortunada mente todos no somos iguales.

un abrazo a todos.

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